En esta ocasión quiero hablar un poco de mi opinión acerca de una de mis pasiones: el futbol.
En realidad no siempre me gustó el futbol, cuando era chica ni siquiera sabía de su existencia, pero escuchaba a mi abuelo y primos hablar de eso, ellos siempre decían que ese deporte no era para mujeres y yo no entendía porque tenía que ser así, después de algún tiempo comencé a adentrarme en ese mundo, no tanto en qué equipo era el mejor o que jugador me gustaba más, simplemente empecé a jugar, afortunadamente encontré a un grupo de niñas que creían lo mismo del futbol: que no discriminaba género. La verdad es que en ese tiempo yo pensaba que no era así, pero volteando hacia atrás puedo ver que sí lo era, nunca encontré un equipo donde nos aceptaran formalmente o nos tomaran en serio (solo por ser mujeres) y creo que eso era lo que más me motivaba a seguir intentando demostrar que yo también podía jugar futbol, que las mujeres también podíamos hacerlo e incluso mejor.
Después de unos años de seguir en las mismas me cambie de ciudad y sorprendentemente encontré un equipo de futbol varonil dispuesto a enseñarme lo que necesitaba, a tratarme como igual, dure varios años aprendí como nunca lo he vuelto a hacer, sude como nunca he vuelto a sudar y disfrute como nunca volveré a disfrutar, después de todos estos años veo que las puertas se fueron abriendo para nosotras las mujeres, que ya es más fácil entrar o formar un equipo y que ha ido creciendo la popularidad de todo esto en el mundo y retomando todo esto: me alegra como nadie saber que lo que un día empecé por rebeldía hoy es parte de mí, el futbol es gran parte de lo que soy y quiero disfrutarlo lo más que pueda, puede que aún no sepa bien todas las reglas del futbol o que no tenga un equipo favorito, incluso que no entre en debates por definir quién es el mejor jugador, pero lo que si se es que el futbol es de las cosas que siempre estuvieron ahí, que literalmente crecieron conmigo y que espero siempre recordar todo lo que siento por este deporte.
Podría apostar que a la mayoría de las mujeres que hoy en día jugamos futbol nos costó hacernos un lugar de respeto en este campo y que eso nos trae un sensación indescriptible que nunca olvidaremos y que con solo pensar en todo lo que el futbol ha sido para nosotras sonreímos. A pesar de que no es tan público como el futbol varonil, creo firmemente que la pasión lo mueve todo y que algún día un país entero compartirá esa misma pasión. Puede que ese día no esté tan lejano. Puede que ese día sea hoy.